Como resultado de la pandemia de COVID-19, México experimentó una importante aceleración en el comercio electrónico, ya que los consumidores necesitaron utilizar aplicaciones y plataformas con mayor frecuencia para sus compras. Según la séptima edición del informe State of Marketing de Salesforce, a nivel mundial, el 60% de las interacciones de los consumidores con las empresas han sido digitales, frente al 42% de antes de la pandemia.
En el mismo estudio, el 87% de los especialistas en mercadotecnia en México, dijo que la pandemia cambió su estrategia de relación digital, mientras que el 88% dijo que hubo un cambio en la mezcla de sus canales de comercialización.
En este sentido, es fundamental cambiar las estrategias de seguimiento del cliente mientras compra; y un aliado es el comercio conversacional, como herramienta y aliado de estos cambios en las fuerzas de ventas. El comercio conversacional es el seguimiento en un chat en tiempo real a través de una plataforma de mensajería entre los representantes de la marca y los clientes, personalizando la interacción humana y mejorando la experiencia de compra.
«Abordar las nuevas demandas del consumidor en una era post-pandémica sólo se conseguirá a partir de un completo conocimiento de las mismas en cualquier tamaño de empresa», afirma Deborah Palacios Wanzo, presidenta y cofundadora de Tuvis.
Los cambios en el comportamiento de los consumidores de la pandemia han llegado para quedarse, independientemente del tamaño de la empresa. Para este escenario, será fundamental reforzar no sólo sus operaciones de comercio electrónico, sino también incluir el comercio conversacional como herramienta para fidelizar a los clientes existentes y tener un mayor alcance de los consumidores potenciales.
Durante este proceso de transformación digital, las empresas de todos los tamaños deben comenzar a posicionar al cliente en el centro de su operación, incluyendo un conocimiento profundo de sus mercados objetivo para entender sus preocupaciones, necesidades y expectativas.
Las PYMES fueron el principal sector que tuvo que enfrentarse a los retos que supuso la pandemia del COVID-19, ya que no contaban con las herramientas adecuadas para hacer frente a estos factores externos.
El Informe de Tendencias de las PYMES de Salesforce mencionó que las principales prioridades de las PYMES son fortalecer y profundizar la confianza de sus clientes. También mencionó que el 54% de las PyMEs en México consideran que ahora ofrecen mayor flexibilidad a sus clientes después de la pandemia.
«Las pymes deben apostar por la tecnología como una inversión que contribuirá a aumentar su productividad y resiliencia en el mediano y largo plazo. Este tipo de empresas deben saber que la tecnología es una herramienta para potenciar sus resultados», finalizó Deborah.