El tema de conversación de 2022 en la industria de TI ha girado en torno a la sostenibilidad y los centros de datos. La creciente presión de los clientes por enfoques más ecológicos ha llevado a los centros de datos a implementar estrategias “holísticas” que contemplan la reducción de su huella de carbono. En este contexto, la Inteligencia Artificial en los Centros de Datos puede contribuir enormemente con esta ecuación.
Un informe realizado por McKinsey destaca que la Inteligencia Artificial en los centros de datos amplía el potencial de ahorros energéticos en toda la red, gracias a su “capacidad de analizar enormes volúmenes de datos relacionados con los patrones de tráfico, la demanda en tiempo real y la disponibilidad de los recursos de red, los cuales permiten decisiones rápidas y automatizadas sobre cuáles partes del sistema pueden ponerse en modo de suspensión o apagarse”.
El mismo informe señala que las herramientas de ahorro energético alimentadas por la IA en las empresas pueden generar ahorros operativos del 5-7% y reducir los costos energéticos en un 5% por medio de la calibración automática y continua de las plantas de enfriamiento, las bombas y los ventiladores.
Sin embargo, la IA no solo ofrece los beneficios de la gestión energética del centro de datos; también brinda soluciones de infraestructura, ya que al procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real, también permite la detección de fallos y la predicción de cortes eléctricos, y facilita la intervención técnica. Esto hace que las soluciones de centro de datos sean fundamentales para garantizar la continuidad operativa de la infraestructura.
Un informe realizado por el Ponemon Institute en 2021 muestra que “los centros de datos Core experimentaron un promedio de 2,4 cortes eléctricos por año en las instalaciones, con una duración promedio de más de dos horas (138 minutos). Esto se suma a los casi 10 periodos de inactividad anuales aislados para elegir racks o servidores”.
De acuerdo con el Uptime Institute, el 76% de estos eventos puede evitarse con las herramientas adecuadas. Las capacidades de la IA de monitorear la infraestructura, detectar fallos potenciales y corregirlos de forma remota, contribuyen con la disponibilidad de la red.
La IA puede ser una valiosa herramienta para lograr el mantenimiento con base en el análisis de datos y para detectar los problemas potenciales en el equipo, incluso antes de que se conviertan en un problema. Un servicio de este tipo permite una reducción en el reconocimiento y la atención prestada a un fallo, lo cual implica una menor indisponibilidad del centro de datos.
Con respecto a la infraestructura de potencia, los servicios predictivos pueden ayudar a generar una evaluación del equipo e identificar la correlación entre los eventos aislados que podrían ocasionar un corte eléctrico. Además, pueden monitorear el ciclo de vida del equipo y prever los cambios necesarios para que la carga crítica no sufra.
El valor de la Inteligencia Artificial en los centros de datos radica en la prevención de eventos y en la reducción del tiempo de respuesta en situaciones de fallos. De manera similar, una infraestructura más eficiente y con menos fallos también contribuye con la reducción de la huella de carbono. Encontrar las herramientas y socios adecuados puede ayudarle a alcanzar ambos objetivos.
Por Francisco Sales, Director de Servicios en Vertiv Latinoamérica.