El estudio, para cuya elaboración se entrevistó a más de 400 responsables de recursos humanos en todo el mundo, reconoce que el capital humano es un factor estratégico y diferencial. Es más, 41 por ciento de los ejecutivos afirma que los empleados son la mejor fuente de innovación dentro de una organización. Pese a ello, sólo 6 por ciento de las organizaciones encuestadas reconoce su capacidad para gestionar el talento desde una perspectiva integrada. Para ello, sería necesario que los programas de gestión del talento se alineen con los objetivos empresariales e incluyan seis factores, a saber: identificar a los individuos con talento, desarrollar sus habilidades, asignarles el lugar adecuado en la organización, y todo ello en el momento idóneo, con la motivación adecuada y al mejor coste. Según el informe, 39 por ciento de las compañías encuestadas es eficaz gestionando el talento individual, pero se trata de una gestión parcial en algún aspecto, ya que no incluye todos los factores necesarios para realizar esa gestión integrada del talento. Es precisamente ésta una de las principales prioridades marcadas por los miembros del consejo de las organizaciones, junto con la de desarrollar un equipo de líderes con nuevas conductas y lograr que sus plantillas se adapten rápidamente a los cambios.