Una de las prioridades al momento de implementar el cableado estructurado es, sin duda, poder encontrar el precio más adecuado a tu presupuesto. Por ello, tanto las empresas como los usuarios finales, en un esfuerzo por reducir los costos de instalación, han recurrido al uso de cables muy económicos como los cables de aleación de aluminio, con conductores de cobre revestido de aluminio, mejor conocidos como CCA.
Debido a que estos cables de aleación de aluminio no cumplen con las normas y reglamentos internacionales en vigor, son propensos a sufrir graves problemas en términos de rendimiento de la red, que resultan ser cruciales teniendo en cuenta que hoy en día, en cualquier infraestructura de cableado estructurado, convergen una amplia gama de sistemas integrados, como la seguridad, la iluminación y la automatización, entre otros.
Dado que la resistencia mecánica y eléctrica del aluminio es menor que la del cobre, estos cables tienden a agrietarse o romperse más fácilmente, con una tolerancia de radio de curvatura también menor que la de cobre.
Otro factor a tomar en cuenta es que la oxidación del aluminio en las conexiones de terminación del módulo RJ45, tanto en el área de trabajo como en los paneles de conexión, disminuirá la resistencia del conductor, dando lugar a conexiones débiles, junto con la atenuación y la pérdida de retorno (RL).
Al respecto, Paula Aguilera, de Nexxt Solutions Infrastructure para LATAM, señaló: “Si se requiere tener un óptimo cableado estructurado, sugerimos usar cables de cobre porque tienen una alta resistencia y durabilidad”.
Por otro lado, si se instala un sistema de CCTV utilizando un cable de aleación de aluminio, en más del 90% de las ocasiones la calidad de las imágenes transmitidas y almacenadas no será la esperada, ya que su resolución y nitidez suelen ser muy bajas. Estas características tienden a empeorar a medida que aumenta la distancia entre los puntos de conexión.
Otro factor importante para tener en cuenta en las instalaciones que utilizan este tipo de cables es que su calidad de transmisión se degrada mucho con el paso del tiempo, hasta el punto de producirse una pérdida total de conectividad. Finalmente, es importante resaltar que los cables CCA no cumplen con las normas internacionales vigentes y tampoco han sido certificados por laboratorios de ensayo independientes.