Hay una tendencia que ha surgido en el escenario mundial, de la mano de quienes impulsan la idea que deje de existir el dinero físico en efectivo y comience a usarse solo lo que se denominan CBDC o monedas digitales de Bancos Centrales.
Algunos creen que retirar el dinero en efectivo hará que todo sea más fácil para los gobiernos, en comparación con las entidades privadas porque pueden rastrear todas las finanzas fácilmente. Esto incluiría el seguimiento de delincuentes y evasores para que tengan una mejor idea de cuánto dinero fluye en la economía.
Además, recaudar impuestos sería mucho más fácil si no hay necesidad de moneda física como comprobante de pago. También existiría la ventaja añadida de tener acceso a más fondos cuando las economías se tambalean debido a desastres naturales o conflictos con otros países.
Pero otros creen que, los sistemas sin dinero en efectivo son peligrosos porque puede causar graves problemas económicos, injusticia social y pérdida de la dignidad humana cuando los funcionarios gubernamentales o terceros abusan de ellos.
Mientras que algunos piensan que sería beneficioso para los gobiernos rastrear todo lo que los ciudadanos hacen financieramente, otros creen que sería perjudicial si estas herramientas no son utilizadas responsablemente por los gobiernos.
Conocer las posibles consecuencias del uso de estos sistemas hace que sea importante que tanto los ciudadanos como los legisladores se eduquen sobre estos sistemas para que puedan tomar decisiones informadas basadas en los hechos disponibles.
¿Qué son las CBDC?
Ulises Alzogaray, Country Manager de Bitwage Argentina -la plataforma pionera en pago de honorarios en criptomonedas más elegida por los trabajadores, freelancers y exportadores de servicios-, explica: “Aunque la idea de las monedas digitales de bancos centrales esté inspirada en las criptomonedas y la tecnología blockchain, las CBDC no son criptomonedas estrictamente hablando.
Las CBDCs están controladas por una entidad central, mientras que las criptomonedas casi siempre están descentralizadas, lo que significa que no pueden ser reguladas por una sola entidad. En pocas palabras, las criptomonedas son dinero privado, mientras que las CBDCs son una forma de dinero respaldada por el gobierno. Al mismo tiempo, las CBDC utilizan un tipo diferente de blockchain que las criptomonedas. Esta se denomina en inglés Private permissioned Blockchain, y no es más que un libro mayor distribuido que no es de acceso público y sólo pueden acceder a él los usuarios con permisos especiales, para realizar acciones específicas con el aval de los administradores, y están obligados a identificarse a través de certificados u otros medios digitales.
Y esta última puede que sea la principal razón por la que no son consideradas criptomonedas, ya que las criptomonedas son por naturaleza open-source y cualquiera puede acceder al código y en algunos casos hasta modificarlo con el consentimiento de los demás usuarios”.
Martín González CEO y cofundador de BAG -compañía de tecnología blockchain que ofrece herramientas diseñadas especialmente para el arte y la cultura-, añade: “Las CBDC pueden utilizar una variedad de tecnologías. Una de ellas, que despertó más interés en los últimos años, fue blockchain y DLT, pero bajo formas centralizadas y privadas con control estatal. Una CBDC puede o no utilizar blockchain pero siempre lo hará de forma centralizada lo que lo diferencia de blockchain públicas como Bitcoin o Ethereum”.
¿Cuál es la diferencia con la criptomoneda más famosa? González contesta: “Bitcoin es un protocolo descentralizado lo que lo diferencia totalmente de una CBDC donde el Estado tiene el monopolio de validación, control y emisión (Bitcoin tiene emisión finita y definida por algoritmo). Una CBDC puede censurar el uso de la moneda a quien quiera o disponga, cosa que en Bitcoin no puede ocurrir. Fundamentals cómo privacidad, auditabilidad, acceso, y universalidad estarían seriamente en problemas en una CBDC con control centralizado”.
Desde Xcapit -billetera no custodial, multiblockchain y open sourse-, el product manager, Santiago Villarruel, también remarca que la gran diferencia es que los CBDC están regulada por un estado que es quien las emite. “BTC carece de dicho control y centralización, es todo lo contrario”, recalca.
Eduardo Erlo, director de marketing de Status.im -empresa que desarrolla bienes públicos para la web3, para defender los derechos humanos-, comenta:
“Creo que los gobiernos por fin están empezando a entender las ventajas de la tecnología Blockchain y están tratando de evolucionar la forma de manejar el dinero, con el fin de reducir el lavado de dinero y tener aún más control sobre la moneda”.
Pero también existe riesgo de vigilancia excesiva por parte de los gobiernos y bancos centrales si se aplican las CBDC. Y en este sentido, Erlo expresa: “Cada vez que damos poder a las autoridades centrales, este poder puede ser utilizado, tarde o temprano, para cualquier propósito que quieran”.
“Debemos estar siempre al día de todo lo que ocurre y de las últimas tecnologías, pero nunca debemos olvidar que las CBDC no pretenden resolver el mismo problema que pretenden resolver las blockchains públicas descentralizadas, que es eliminar el intermediario entre nuestra libertad financiera”, añade.
Para Leo Elduayen es CEO de Koibanx- compañía líder en tokenización financiera utilizando tecnología blockchain-, las monedas digitales de los bancos centrales tienen ciertas características que las diferencian de las criptomonedas: “En primer lugar, las criptomonedas corren sobre una determinada blockchain que puede ser Bitcoin, Algorand, Ethereum, etc.
Por lo que se podría decir que el consenso se encuentra entre los mineros o validadores. Sin embargo, las CBDCs son creadas por una entidad con capacidad regulatoria, en este caso los bancos centrales. En segundo lugar, las criptomonedas manejan un carácter seudónimo, esto significa que a los participantes no se los conoce como su representación legal, sino que a través de una serie de números y letras. En cambio las CBDCs no pueden ser anónimas. En tercer lugar, el valor de las CBDCs está dado por los créditos y bienes que tiene un gobierno, a diferencia de las criptomonedas donde el valor agregado es la tecnología y depende mucho más de la oferta y demanda. Y por último, los precios de las CBDCs están vinculados a una moneda fiduciaria subyacente. Los precios de las criptomonedas no”.
“Las CBDCs son emitidas por el banco central con las mismas garantías que respaldan el papel moneda de una nación, ya que son equivalentes al efectivo y están diseñadas para transacciones diarias. En cambio, que una moneda sea descentralizada significa que no existe una autoridad o ente de control que se responsabilice de su emisión y del registro de sus movimientos, por este motivo no están respaldadas por un gobierno”, agrega.