La pandemia del coronavirus tuvo un impacto profundo en los empleos de países de todo el planeta. Pero, así como trajo innumerables puntos negativos también impulsó de manera decidida los procesos de transformación digital de muchas organizaciones, que se vieron obligadas a modernizar sus estructuras y formatos de trabajo hacia una cultura abierta que les permitiera brindar seguridad y facilidades a sus empleados.
En medio de ese contexto, se generó un fenómeno en el mercado laboral: se acrecentó la diferencia entre puestos de trabajo TI y profesionales capacitados para tomarlos.
La brecha existente en el mercado laboral del sector IT no es nueva. Las empresas del sector suelen exponer los problemas que se les presenta para encontrar talentos e incluso para retenerlos. La competencia es muy grande y la puja por captar esos profesionales es equivalente. Y, además, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 2020 hubo más de 1 millón de puestos vacantes en tecnología, mientras que menos de 100 mil profesionales se graduaron en toda la región. Este dato resalta la brecha de habilidades existente en tecnología y la falta de talento calificado.
Y más aún, según Coursera, alrededor del 50% de las empresas latinoamericanas aseguran que no pueden encontrar candidatos con las habilidades que necesitan, en comparación con el 36% de las empresas de los países de la OCDE. Estudio similar de PageGroup mostró que un 37% de las mujeres con carreras en tecnología cree que hay pocas oportunidades de contratación para ellas, mostrando aún una brecha de género.
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Una forma de afrontar esta problemática es aplicar a la capacitación laboral las bondades de la cultura open source. Es decir, una cultura abierta que tiene como base el encontrar soluciones a problemas de negocios y desarrollar soluciones tecnológicas disruptivas a partir de construir, mantener y potenciar formas abiertas de intercambiar conocimiento.
Red Hat impulsa este concepto de cultura abierta del software y su desarrollo a otros campos, como la formación y capacitación de profesionales.
Dentro de los conceptos que el código abierto, se encuentra el ver las equivocaciones como una forma disponible de aprendizaje; un camino de adquirir información no esperada sobre el conocimiento que se tenía y de esta forma mejorar resultados a mediano y largo plazo, es decir, el error y su corrección puede acrecentar el valor de la oferta de soluciones y de productos de una organización y ese paradigma se traslada a una forma de generar educación laboral.
“La curva de innovación tecnológica es exponencial. La tecnología que acabas de aprender quizás mañana cambie. Estamos en un momento donde tenemos que aprender cosas nuevas todo el tiempo, pero la pandemia nos enseñó que tenemos que compartir conocimiento más que nunca. Es el factor humano lo que garantiza la transmisión de conocimiento”, explica Cristina Crepalde, Regional Director Technical Training Latam de Red Hat. Y agrega, “Estamos aplicando la filosofía de cultura abierta a la capacitación, que es un modelo muy potente. El desempleo puede estar en muchas áreas, pero podríamos atacar una gran porción de ese desempleo introduciendo personas en el mercado de TI, que es donde hoy está la demanda”.
Programar y desarrollar software tiene mucho que ver con cómo se entienden, encaran y solucionan problemas, grandes, pequeños, cotidianos o estructurales, simples o complejos, así como la capacidad de sumar personas e ideas de manera ágil y permanente a ese proceso.
“¿Cómo hacemos para generar 10 veces más personas capacitadas y seguras de lo que están haciendo? La solución no está en una organización sino en una cultura, en la cultura abierta”, finaliza Crepalde.