El 23 de junio se celebra el Día Internacional de la mujer Ingeniera. El año pasado fue proclamado por la UNESCO para concienciar a nivel internacional acerca de la importancia de esta profesión ejercida, cada vez más, por mujeres, constituyendo una notable oportunidad profesional para las futuras generaciones, contribuyendo al desarrollo económico de las sociedades a nivel global.
Los aportes de la ingeniería para el desarrollo, la tecnología, la infraestructura y la innovación convierten a los egresados en un recurso esencial y estratégico para el progreso de cualquier país. Esto explica por qué entre las 10 áreas del conocimiento con mejores remuneraciones en México, 5 sean ingenierías, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad. De esta manera las oportunidades para que las mujeres obtengan un mejor sueldo y calidad de vida en nuestro país, también se incrementan.
En paralelo, el ecosistema emprendedor mexicano cada vez más pujante crece a pasos agigantados y las startups locales y el mismo Silicon Valley se han desarrollado con ingenieros e ingenieras mexicanas. La inversión en la industria tecnológica continúa creciendo en todo el país, logrando que México se consolide hacia un mercado relevante para América Latina.
Sin embargo, la coyuntura actual en general, promueve que los talentos tech mexicanos sean los más buscados por las empresas del exterior, ofreciéndoles remuneraciones altamente competitivas en comparación con las empresas locales que deben hacerle frente a esta situación a través de paquetes de beneficios y estrategias que retengan la fuga de talentos al extranjero. Las mujeres tienen una oportunidad especial en este nicho, pero en México aún hay camino por recorrer, ya que de los más de 924 mil estudiantes inscritos en las carreras de ingeniería de las universidades del país, apenas 291 mil son mujeres, de acuerdo con datos del anuario estadístico de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) correspondiente al ciclo escolar 2020-2021.
“Si bien las nuevas generaciones de talentos tech están siendo seducidas por las tecnológicas extranjeras, hay muchas posibilidades de crecimiento y desarrollo profesional en el país y México tiene la capacidad y el potencial para convertirse en un polo tecnológico competitivo en el mediano plazo, por lo que es una oportunidad clave para las mujeres mexicanas”, comenta Martín Malievac, Director de Investigación y Desarrollo de Napse.
México es un gran semillero de talento para la industria tecnológica, contando con una alta capacidad para la innovación y para concretar desafíos profesionales para las ingenieras.