Sin duda, la analítica está en todo lo que nos rodea, pues es aquella que permite traducir todos los datos a un lenguaje comprensible. Además, revela a las empresas información clave que de otra forma pasaría por alto. De ahí que durante los últimos años la data ha venido tomando mayor relevancia dentro de las compañías, independientemente del sector al cual pertenezcan. El sector organizacional de América Latina está evolucionando y ha adaptado nuevas tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), el Big Data y la analítica en sus procesos, esto debido al gran flujo de información.
Según Statista, el volumen de datos generados en todo el mundo superará los 180 zettabytes en 2025, lo que supone un crecimiento medio anual de casi el 40% en cinco años.
Conociendo el contexto, no cabe duda que la gestión del Big Data es todo un reto. El Centro Analítico Latinoamericano -CALA Analytics- en su informe ‘Índice de Madurez Analítica de la región para el año 2022’ (IMA), ofrece una perspectiva sobre esta tendencia dentro de las organizaciones alrededor de Latinoamérica, principalmente en México, Colombia y la región Andina.
La investigación descubrió que en los últimos tres años las organizaciones de la región se han mantenido estancadas como ‘aspirantes analíticos’, es decir que, aunque reconocen el valor de la analítica como valor diferencial y cuentan con una verdadera conciencia frente a la importancia de su uso, no han logrado completar una transformación.
“Teniendo en cuenta la actual problemática y necesidad de las empresas, en CALA recomendamos a las organizaciones adentrarse en el camino 4D, para aportar al despliegue analítico dentro de la organización y construir las capacidades analíticas que esta requiere, todo a través de cuatro ejes principales: Personas, Procesos, Tecnología y Datos”, explica Edmundo Espinoza, gerente Comercial y Operativo en CALA Analytics.
En otras palabras, el 4D es una metodología que busca ayudar a las empresas a recorrer el camino de su adopción de la analítica, en la cual integran las diferentes dimensiones, ayudando al cliente a enfrentar sus retos de negocio con el uso de la analítica de una forma estratégica y estructurada, haciendo estos proyectos viables y rentables.
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Es así como a través de las anteriores etapas, cada organización podrá avanzar en la competencia analítica, lograr sinergia entre las estrategias de negocio y el proceso analítico, hacer más eficiente la tecnología existente, generar cultura y conciencia analítica, entre muchas otras cosas más. A continuación, se resume cada una de las 4D:
- Discovery: se realiza la valoración inicial de cada organización.
- Deep Dive: se entiende el contexto actual del negocio y se revisa la visión analítica.
- Design: se ejecuta el diseño de la solución con base al análisis de los elementos anteriores.
- Deploy: se procede con el despliegue de las actividades necesarias para alcanzar los objetivos deseados.
“Cada uno de estos ejes está cuidadosamente diseñado para cubrir todos los aspectos que una organización necesita en materia analítica. A través de este camino, las organizaciones podrán superar la actual barrera frente a procesos y personas que las retienen como aspirantes analíticos, pues esta metodología permite establecer una estrategia de datos alineada a la estrategia de negocio que indique además las prácticas, procesos y técnicas a seguir, entre otras ventajas más”, añadió Edmundo Espinoza.
En el 2020, la capacidad mundial de almacenamiento (base instalada) alcanzó los 6,7 zettabytes, y se prevé que crezca una media de casi el 20% anual durante el periodo 2020-2025, es imprescindible que el sector empresarial invierta en herramientas y métodos eficaces que contribuyan a gestionar la Big Data. Por esa razón, las industrias de todos los tamaños deben entender que la analítica avanzada no es para unos pocos.
“Todos tenemos acceso a la analítica avanzada desde que tengan datos y método para usarlos en pro del negocio. Las herramientas son accesibles, el código abierto es una opción y los problemas están todos por resolver”, concluye Espinoza.