Para hablar de la transformación que las redes móviles o de telecomunicaciones estarán experimentando a lo largo de la nueva década debemos tomar en cuenta dos perspectivas distintas. La primera es aquella enfocada en los operadores, que durante el último año se han enfrentado a nuevos desafíos como la demanda de sus clientes por un mayor ancho de banda y la necesidad de encontrar la mejor manera de transformar sus redes para adaptarse a la nueva realidad derivada de la pandemia; todo esto sucede al mismo tiempo en que se preocupan por lograr una excelencia operativa.
La segunda perspectiva está enfocada en el usuario que, aunque siempre ha necesitado ancho de banda, ahora que tiene más dispositivos conectados a la red, por lo que sus exigencias han escalado. Hoy en día, requieren de redes más deterministas; sobre todo, ahora que nuevas aplicaciones de gaming, remote learning o realidad aumentada están llegando al mercado y que traerán consigo nuevos requerimientos para la red que los operadores deberán satisfacer.
De esta manera, los operadores deberán transformar sus redes para ser más flexibles. Es decir, deben pasar de ser un proveedor de servicios de comunicación que pensaba en redes basadas en funciones simples a ser un proveedor de servicios digitales que utilice plataformas de Internet Protocol basadas en software para lograr esa excelencia operativa que los usuarios demandan.
Logrando una excelencia operativa
El nuevo proveedor de servicios digitales logrará esa excelencia operativa a través de una mejor gestión de sus recursos con una plataforma mucho más accesible, flexible y con servicios bajo demanda. En este nuevo enfoque, el operador deberá mantener siempre una visión de negocios para atender más rápido las demandas de sus clientes y ofrecer una mejor experiencia.
De esta manera, durante la nueva década no sólo veremos un aumento en las demandas de mayor ancho de banda y redes con comportamiento determinista, sino que también se empezarán a demandar una latencia ultra baja y una red de gran confiabilidad, cambios que ya podemos ver en tecnologías como el Wi-Fi 6 o las redes 4G y 5G.
Evolucionar las redes a una plataforma de Internet protocol basada en software nos permitirá disminuir su nivel de complejidad, mientras nos permite alcanzar una mayor capacidad de innovación, es decir, la capacidad de traer nuevos servicios para los usuarios.
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El rol de los centros de datos en esta transformación
Para obtener el máximo provecho de las redes, se deberá contar con una infraestructura automatizada que brinde flexibilidad para soportar las redes basadas en la entrega de nuevos servicios. Será importante que los nuevos proveedores de servicios digitales fortalezcan sus centros de datos, ya que en este nuevo ecosistema serán la base de sus redes. La capa física es más crítica que nunca, ahora que los centros de datos admiten una capacidad de ancho de banda de hasta 400Gbps. De esta manera, realizar una inversión inteligente en soluciones de cableado de cobre o fibra óptica será clave, pues ayudarán a mejorar los servicios digitales y la calidad de la experiencia de usuario.
Por: Hugo Ramos, Líder Regional de Tecnología, y Lucas Giorgi, Gerente de Cuentas SOLA, CommScope.