Las API (interfaces de programación de aplicaciones) son las herramientas que permiten a las empresas poner en práctica esos datos, inspirando a los desarrolladores innovadores a crear nuevas oportunidades de negocio y mejorar los productos, sistemas y operaciones existentes. Las APIs son bloques de construcción para la transformación digital, una API eficaz puede dar a los clientes actuales y potenciales nuevas razones para interactuar con una empresa y conectar con ella a nivel personal, y para compartir sus experiencias con otros.
Las empresas y sus socios de tecnología comparten objetivos básicos idénticos: mejorar las experiencias del cliente a un costo más bajo y a un ritmo de innovación acelerado. Sin embargo, instaurar una plataforma para dar soporte a este tipo de entornos es solo una pieza del rompecabezas. Resulta igualmente importante crear un catalizador para proveer experiencias digitales que actúen como la forma dominante para que tanto consumidores como empresas consuman los servicios.
Las API (interfaces de programación de aplicaciones) serán el primer paso clave para alcanzar esta meta. Los procesos básicos, tales como inventario, gestión de desempeño, gestión de cambio, solicitudes de cambio, generación de alarmas y trouble tickets son solo requisitos básicos. Se necesitará un entorno más dinámico para garantizar que los operadores se conviertan en verdaderos socios de las empresas a las que prestan servicio.
Los mercados de API se convertirán en el principal medio de entrega de conectividad peer-to-peer (entre pares)
Los mercados de API proveerán entornos peer-to-peer que alienten nuevas alianzas construidas alrededor de la integración de sistemas y el consumo de servicios.
Las API posibilitarán que las empresas ajusten ancho de banda, almacenamiento, políticas y patrones de tráfico de manera dinámica, en tiempo real.
Los equipos de ventas y de soporte cambiarán su foco pasando de la intervención humana a soluciones impulsadas por códigos y máquinas.
Las interacciones entre máquinas liberan la interacción humana dejándola para temas más importantes.
Y si bien facilitar cambios impulsados por el cliente a través de una experiencia digital resulta una buena experiencia, es mejor aun cuando los ajustes se realizan en tiempo real, basados en los cambios dinámicos del entorno. Contar con la infraestructura de red y capacidades en la nube que provean esta libertad para posibilitar que las empresas ajusten su oferta tecnológica bajo demanda es un factor diferenciador fundamental.
Por: Richard Batelaan, EVP North America Operations en Lumen