NVIDIA presentó su procesador de próxima generación habilitado para IA para vehículos autónomos, Nvidia Drive Atlan, que ofrece más de 1,000 billones de operaciones por segundo (TOPS) y estará disponible para los modelos del año 2025 de los fabricantes de automóviles.
El sistema en un chip Nvidia Drive Atlan es la última incorporación a la hoja de ruta de computación centralizada de NVIDIA para vehículos autónomos. Fusiona la inteligencia artificial y el software de computación, redes y seguridad para ofrecer un mejor rendimiento y seguridad.
Incluirá la arquitectura de GPU de próxima generación de Nvidia, nuevos cores Arm de CPU, así como aceleradores de deep learning y visión de computación.
Este rendimiento, similar al de un data center, proporciona a los fabricantes de automóviles amplias capacidades de computación para fabricar vehículos definidos por software que son altamente programables y actualizables a través de mejoras seguras e inalámbricas.
“La industria del transporte necesita una plataforma de computación en la que se pueda confiar durante décadas. La inversión en software es demasiado grande para repetirla para cada automóvil. Nvidia Drive Atlan es una plataforma de computación de IA y AV con un rico software global y ecosistemas de desarrolladores, y arquitectónicamente compatible durante generaciones”, dijo Jensen Huang, fundador y CEO de NVIDIA. “Drive Atlan fusiona todas las fortalezas de NVIDIA en los data centers de IA, automotores, de robótica, de seguridad y BlueField para brindar una flota de conducción autónoma segura”.
Tecnología de seguridad de nivel de Data Center.
Nvidia Drive Atlan integrará una unidad de procesamiento de datos (DPU) NVIDIA BlueField, que ofrece una amplia gama de servicios de red, almacenamiento y seguridad para admitir las cargas de trabajo de computación y de IA complejas que se encuentran en los vehículos autónomos. BlueField ofrece una capacidad de programación completa de la infraestructura en el chip del data center, armado con un enclave de seguridad para evitar filtraciones de datos y ataques cibernéticos. Se diseñó desde cero para manejar de forma segura la gran cantidad de aplicaciones de IA que se ejecutan simultáneamente en máquinas autónomas.