Si bien el término aún es desconocido para algunos, el concepto y el desarrollo de tecnologías que impulsarán la masificación de una identificación digital no se detendrá, principalmente impulsadas por la consolidación de complejas tecnologías, como la biometría, inteligencia artificial, el blockchain y el internet de las cosas, que aportan solidez a la captura de datos y al resguardo seguro de estos.
Según la consultora McKinsey & Company en su reporte Digital Identification: A Key to inclusive growth, “en una era de rápidos cambios tecnológicos, la identificación digital proporciona una importante oportunidad de creación de valor para personas e instituciones: 6,600 millones de personas tienen alguna forma de identificación, pero más de la mitad no puede utilizarlo de forma eficaz en los ecosistemas digitales actuales”.
El documento comparte los resultados de una investigación realizada en siete países (Brasil, China, Etiopía, India, Nigeria, Estados Unidos y Reino Unido) en la que se analizaron más de 100 formas en las que la identificación digital puede ser utilizada en diferentes industrias: “A medida que el panorama evoluciona, se necesitará más trabajo para comprender las oportunidades y los desafíos correspondientes y cómo las partes interesadas pueden responder”, señala la consultora.
Pero ¿cómo crear una identificación digital confiable?, la respuesta está en los datos biométricos que sirven para determinar la identidad de una persona y que al ser una tecnología de bajo costo y de implementación rápida para las organizaciones, es la forma más adecuada para identificar y autentificar a las personas de forma segura y efectiva a través de características biológicas únicas.
Según afirma la empresa Thales en su documento “Digital identity trends: 5 forces that are shaping 2020”, la solidez en las medidas de seguridad será la respuesta a las nuevas demandas de confianza en todos los intercambios que involucran establecimiento de identidades.
Con base en inteligencia artificial, la tecnología de biometría en general y facial en particular, traduce modelos complejos en procedimientos sencillos para obtener un nivel de autenticación del rostro con un grado de seguridad bancario y una confiabilidad de falsos positivos de 99.6 por ciento.
Reconocimiento facial
¿Cómo funciona?
- Los sensores capturan un rostro en imágenes 2D o 3D
- Se mide la distancia entre ojos, nariz, boca y mandíbula. Estas medidas se convierten en un conjunto determinado de datos
- El conjunto de datos es comparado en una base de datos hasta encontrar uno igual
- Se trata de una réplica aumentada de lo que ocurre en nuestro cerebro
¿Por qué se ha vuelto popular?
- Es pasivo y no intrusivo. El usuario no tiene que hacer nada
- Es fácil de usar y rápido
- Los usuarios ya se sienten cómodos con él, ya que se encuentra en los smartphones
- Es una tecnología contactless
- ¿Cómo resiste el fraude biométrico?
Cuenta con mecanismos de verificación, como detección de señales de vida: parpadeos y otros movimientos faciales.
Coincidencias locales. Los identificadores pueden ser almacenados en una tarjeta inteligente y revisados localmente.
Permite la autenticación multifactorial, como el uso adicional de contraseñas o tarjetas inteligentes.
Es posible ajustar la tasa de rechazos y aceptados de acuerdo al nivel de riesgo que se considere aceptable.
Gracias a que los biométricos son infalsificables, la identificación digital puede facilitar muchos tipos de interacciones entre dos partes, la mayoría de las veces individuos e instituciones, produciendo beneficios para ambos, como:
- Mayor seguridad: Se evita que, de llegar a perderse la identificación física, esta pueda ser utilizada con fines delictivos, ya que al contar con datos biométricos que no pueden ser duplicados ni falsificados es de nula utilidad para delincuentes o impostores.
- Conveniencia: Reduce los procesos de gestión de nuevos documentos y optimiza el acceso a su impresión ya que el archivo podrá portarse en dispositivos inteligentes y la información está respaldada con tecnologías blockchain.
- Uso evolucionado: Puede contener, si el titular así lo decide, más información sobre su identidad, tal como datos enriquecidos de identidad, salud, familiares, otras identificaciones, académicos, vacunación, tipo de sangre, etcétera.
- Menor burocracia: Una vez expedidas, las identificaciones digitales pueden ser actualizadas de forma remota sin tener que desplazarse. Gobiernos e instituciones pueden emitir, revocar o cambiar las identificaciones de ciudadanos y clientes de manera más eficiente, segura y rápida.
- Identificación constante: Al poder ser portada en un teléfono inteligente, sin el cual casi nadie sale de casa, están disponibles para su uso y verificación en diferentes ámbitos todos los días y a toda hora.
- Sustentabilidad: Al no ser impresa por obligación, se evita el uso de papeles, tintas y enmicados de un solo uso, que no colaboran con el cuidado ambiental ahora tan urgente.
- Innovación: El uso de la tecnología permite incorporar un registro seguro de características únicas de millones de adultos y menores de edad. En el mediano plazo también representa una nueva forma de operar, a través de la transformación digital en lo posterior.
Hoy en día, cada vez más industrias, incluidas la financiera, el retail y el e-commerce, han mostrado interés por los beneficios de la biometría en la elaboración de identificaciones digitales. Según el reporte de McKinsey, “para 2030, la identificación digital tiene el potencial de crear un valor económico equivalente a 6% del PIB en economías emergentes por país y 3% en países maduros, asumiendo altos niveles de adopción. En las economías emergentes, gran parte del valor se puede lograr incluso a través de una identificación digital básica con funcionalidades básicas”.
Por: Adrián Ortiz, Director de Arquitectura en DICIO.