“La protección de datos personales y transaccionales es un tema sensible para los clientes. Muchas personas todavía no se animan a probar las distintas soluciones fintech debido a que desconocen cuáles son sus mecanismos y protocolos de seguridad. La tarea del ecosistema es crear confianza y darle certeza a los usuarios”, señala Nick Grassi, Co-CEO de Finerio Connect, startup mexicana de finanzas integradas.Seguridad y datos, el reto de la fintech La falta de confianza de los usuarios puede desincentivar el uso de este tipo de plataformas y, en consecuencia, limitar sus alcances. Una creencia popular es que las fintech no se encuentran reguladas por ninguna institución y que tanto los datos como el dinero de los usuarios puede ser vulnerable ante cualquier ataque cibernético. No obstante, las fintech están reguladas, supervisadas y auditadas por instituciones como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y Banco de México (Banxico). Estas autoridades son las encargadas de garantizar la seguridad de los clientes de estas plataformas, además de la protección y confidencialidad de los datos y la prevención de riesgos. En el aspecto tecnológico, las fintech cuentan con protocolos y mecanismos de seguridad a nivel bancario. En este sentido, la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, o Ley Fintech, además de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LPIORPI) obligan a las instituciones financieras, tanto tradicionales como digitales, a llevar a cabo, de manera forzosa, un proceso de validación de identidad para evitar amenazas como el fraude y robo de identidad.
Los datos juegan un papel protagónico en el cambio de paradigma del sistema financiero mexicano que las fintech están encabezando. Estas empresas usan la información para democratizar el acceso a productos y servicios para la población que no califica para este tipo de ofertas a través de la banca tradicional.
El acceso a los datos de los usuarios por parte de las empresas de tecnología financiera permite que las plataformas puedan evaluar objetivamente otras variables para otorgar diferentes tipos de financiamiento y gestionar su riesgo, lo que se traduce en un impulso para la inclusión financiera.
De acuerdo con cifras del Radar Fintech e Incumbentes 2021, elaborado por Finnovista, nueve de cada 10 startups fintech en la Alianza del Pacífico (Perú, Chile, Colombia y México) tienen políticas internas implementadas, con base en los estándares internacionales, para garantizar la protección de los datos de los usuarios.
Sin embargo, la desconfianza y el desconocimiento sobre los protocolos de seguridad de estas alternativas inhiben una mayor penetración. La principal preocupación de este segmento es ser víctima de fraude y que sus datos sean usados de manera incorrecta.