“La pandemia de COVID-19 ha empujado al sector tecnológico a desarrollar soluciones sin contacto y, de manera indirecta, ha permitido que se procesen más transacciones sin un segundo factor de autenticación. La tarjeta de pago biométrica facilita el pago sin contacto de cualquier monto, sin comprometer la privacidad de estos datos tan personales”, explicó Bertrand Knopf, vicepresidente ejecutivo de Soluciones Bancarias y de Pago de Thales
Las tarjetas de pago son productos familiares que evolucionaron a pasos agigantados con la aparición de la tecnología biométrica. En el corazón de esta ola, Thales ha ayudado a los bancos a reinventar constantemente la tarjeta en sí y ofrecer la mejor experiencia de pago. Esta nueva tarjeta es innovadora porque integra un sensor biométrico y mejora la seguridad y la comodidad del usuario. Esta última generación de tarjetas representa un hito fundamental en el ámbito de los pagos.
La tarjeta biométrica sin contacto simplifica drásticamente los pagos de proximidad y también proporciona un nivel imprescindible de privacidad y confianza. Los datos de las huellas dactilares del usuario se cargan en la tarjeta con un proceso de inscripción personal sencillo y seguro, que se realiza desde casa o en una sucursal bancaria. Además, ninguno de los datos biométricos utilizados para la inscripción se transmite a terceros; la huella dactilar del chip de la tarjeta solo se utiliza para facilitar la autenticación local del titular de la tarjeta al efectuar un pago sin contacto. Ni el minorista ni el banco tienen acceso a los datos biométricos, ya que permanecen almacenados de forma segura en el chip de la tarjeta.
En términos de seguridad, la tarjeta biométrica implica, en última instancia, que una tarjeta perdida o robada se vuelve inútil sin la huella dactilar del propietario para autenticar una transacción sin contacto. En entornos de pago tan confiables, no es necesario establecer ningún límite de pago. Y, además, en caso de no poder usar la huella dactilar del titular de la tarjeta, por ejemplo, para retirar efectivo en cajeros automáticos, todavía se puede usar un código PIN como solución alternativa.
La tarjeta de pago biométrica sin contacto EMV de Thales es la única solución de la industria que ha sido ampliamente certificada por los principales esquemas de pago EMV del mundo, entre ellos, MasterCard y Visa. Después de una serie de pruebas exitosas en todo el mundo, la solución se ha comercializado en varios países.
“Tras una prueba de la tarjeta de pago biométrica de Thales con resultados positivos, ahora hemos decidido acercarles la oferta a todos nuestros clientes con total confianza. Esta solución de primer nivel resuelve varios desafíos, entre ellos, la comodidad, la seguridad y la tecnología sin contacto. Se ha establecido un proceso de inscripción simple pero estricto en la sucursal, para que los datos biométricos nunca se puedan extraer de la tarjeta. Este es un requisito previo clave, ya que nos tomamos muy en serio la privacidad de los datos de nuestros clientes”, aseguró Jean-Marie Dragon, responsable de Pagos y Tarjetas de BNP Paribas.