Como resultado del incremento del homeoffice y el uso de herramientas digitales para la implementación del teletrabajo durante el último año, el entrenamiento corporativo se hizo relevante en diferentes ámbitos. Las compañías se dieron cuenta que la capacitación de empleados es una oportunidad para mejorar, en el corto plazo, las habilidades de sus colaboradores, y al mismo tiempo incrementar la productividad en sus procesos.
Según datos del Banco Mundial, las empresas latinoamericanas hacen importantes inversiones en el desarrollo de habilidades de sus trabajadores: desde 2010, América Latina sobresale como una de las regiones del mundo en las que más del 40% de las empresas ofrecen capacitación a empleados.
Sin embargo, el entrenamiento corporativo todavía enfrenta múltiples desafíos en la región. Las compañías siguen asociando la capacitación con un gasto en vez de una inversión, con cursos forzosamente presenciales, y con que el entrenamiento consume tiempo de trabajo (lo que le hará perder dinero a la empresa), además se piensa que no se ven resultados rápidos o que es muy difícil encontrar entrenamientos profesionales efectivos.
Desde hackU, startup que promueve el autodesarrollo y democratiza el acceso a educación continua a través de WhatsApp, explican que estos retos podrían agruparse en tres aspectos: de mentalidad, de cultura laboral y de capacidad-tiempo. Santiago Salazar, CEO y Cofundador de hackU, asegura que la respuesta a estos problemas es el autodesarrollo, ya que es una forma de aprendizaje menos asistida pero más comprometida.
Expertos de recursos humanos y capacitación de compañías de logística, seguros e ecommerce coinciden con Santiago en que la pandemia trajo nuevas necesidades educativas y que, al mismo tiempo, el entrenamiento corporativo ha sido clave para atravesar la crisis en temas de estrategia, liderazgo y gestión de conocimiento.
“Aprendimos a improvisar estratégicamente estando preparados, con un modelo de presencialidad asistida digitalmente. Pero para pasar de lo presencial a lo virtual debemos adoptar ciertas metodologías, y creo que ahí está emergiendo una línea de aprendizaje. Aprender a crear nuevos entornos y trabajar de manera eficiente”, asegura Billy Escobar de TCC, compañía experta en logística con servicios online de gestión de envíos, recogidas y rastreos.
De cara al escenario post pandemia, otras necesidades educativas tienen que ver con el liderazgo y la toma de decisiones. Para Diana Báez, de Ktronix, tienda especializada en tecnología, “el liderazgo desde la transformación personal y también el autodesarrollo son temas muy importantes, incluso nos han llevado a desarrollar nuestros propios programas para estimular estos aprendizajes”.
Sin embargo, todas esas nuevas necesidades educativas han generado una mayor oferta de servicios de capacitación, por lo que es importante que en el autodesarrollo los colaboradores aprendan a discernir y gestionar su tiempo para aprender adecuadamente, en tiempo y forma y con resultados a largo plazo.
“Depurar la oferta educativa es muy importante, pues ahora una persona tiene la posibilidad de acceder a diferentes plataformas para su educación y adquirir conocimiento, y por ahí sería una necesidad emergente el aprender a gestionar toda la información. Ayudar a las personas a priorizar o a decidir. Cómo metodológicamente les podemos ayudar a administrar todo lo que tienen disponible”, señala Paula Sánchez de Seguros Bolívar.
Todos estos expertos concuerdan que, bajo el nuevo contexto global, el autodesarrollo como parte del entrenamiento corporativo es prioridad para que los colaboradores se mantengan vigentes en el mundo laboral, para transformar el mindset, para mirar con resiliencia los obstáculos, y para que los colaboradores se sientan motivados a seguir creciendo y aprendiendo.